La Ley Dominical Nacional
¿Hecho o Ficción?

Por Dirk Anderson (2000)

Capítulo 7
¿Importa Realmente?


¿Está Ud. comenzando a captar el sentido de cuán absurdo, imposible, ilógico, y ridículo es todo este escenario de una ley dominical? Fue inventado por un capitán de mar retirado que buscaba la manera de condenar a las denominaciones cristianas que habían rechazado el movimiento de 1844. Originalmente, los adventistas no pensaban que los cristianos necesitasen ningún estímulo especial para aprobar una ley dominical. Cuando los cristianos no promulgaron esa ley, se dijo que ocurriría una crisis, y que la ley sería aprobada en medio de una "estupenda crisis". Cuando aun esto pareció improbable, entonces se predijo que sería provocada por el mismo Satanás, que se haría pasar por Jesús para convencer a los dirigentes mundiales de que era necesario matar a la gente que asistía a la iglesia los sábados.

Aunque la mayoría de los cristianos observadores del domingo no muestran la menor inclinación a perseguir a los guardadores del sábado, aunque los cristianos observadores del domingo no tienen ni el poder político ni la voluntad de aprobar una ley dominical, los adventistas continúan  insistiendo en que ocurrirá. Se dice que será la "prueba final", aunque es imposible creer que Jesús y los apóstoles guardaran silencio acerca de un tema tan profundo. Se dice que el día de culto es tan significativo que determinará quien tiene la Marca de la Bestia y quién tiene el Sello de Dios, aunque Pablo dijo que el día en que una persona adora a Dios jamás debería separar a los creyentes. Finalmente, dicen que los adventistas serán ejecutados por no tener culto en domingo, aunque su profetisa dijo que Dios estaría complacido de que ellos tuvieran reuniones religiosas e hicieran obra misionera los domingos, haciendo por lo tanto imposible distinguir a los adventistas de los observadores del domingo.

Imagínese el caos que resultaría si se aprobara una ley como ésta. Los negocios y las fábricas tendrían que cerrar los domingos. Los Estados Unidos experimentaría perjuicios económicos irreparables. La reducción en horas de trabajo probablemente obligaría a muchas empresas a mudarse a ultramar. ¡Imagínese a una fuerza de policía norteamericana, que apenas se da abasto para perseguir a los verdaderos criminales, tratando de obligar a 100 millones de personas que no tienen culto los domingos a comenzar a tenerlo ese día! Imagínese al sistema penitenciario norteamericano, que ya está lleno hasta el tope, tratando de manejar millones y millones de nuevos prisioneros. Imagínese el terrible impacto económico de sacar de la fuerza laboral a millones de laboriosos individuos, metiéndolos en prisión, donde deben ser vestidos y alimentados por los contribuyentes. El impacto económico y social de este escenario probablemente hundiría a los Estados Unidos en una bancarrota financiera y moral.

Después de considerar toda la evidencia presentada, algunos quizás digan que, aunque es cierto que una ley dominical parece en extremo improbable, ¿qué peligro hay en creer en una enseñanza como ésta? ¿Qué mal puede resultar de ella? La verdad es que es siempre dañino creer en una  falsedad acerca de las profecías bíblicas. ¡De entre todos los pueblos sobre la tierra, los adventistasdeberían poder entender cuán peligroso es! ¡Mire lo que sucedió en 1844! Quizás hasta 50.000 personas fueron engañadas por un dirigente fanático para que creyeran que Jesús realmente regresaría en 1844. Ese engaño condujo a la ruina financiera, la destrucción de familias, una amarga decepción, y, en algunos casos, hasta suicidios. ¿Es peligroso creer en una falsa enseñanza? ¿Fue peligroso para la Rama Davidiana de Waco, Texas, creer las descarriadas enseñanzas del dirigente David Koresh?

Enseñanzas como la de una ley dominical nacional son engañosas. Apartan la atención de los verdaderos puntos en juego en el cristianismo, y las verdaderas persecuciones que están ocurriendo alrededor del mundo. En vez de eso, dirigen la atención a sucesos futuros que no es probable que tengan lugar jamás. Mientras otros cristianos están obedeciendo el mandamiento de Jesús de llevar el evangelio a todo el mundo, algunos adventistas gastan su tiempo y su esfuerzo tratando de convencer a otros cristianos de que se va a aprobar una ley dominical y de que necesitan comenzar a guardar el sábado para ser parte del remanente que será salvo cuando Cristo vuelva. Un pastor adventista gasta su tiempo viajando alrededor del mundo, visitando iglesias adventistas para advertir a la gente acerca de la llegada de las leyes dominicales. Este tipo de actividad es, no sólo un desperdicio de tiempo y esfuerzo, sino que desobedece directamente a Cristo, que mandó a los cristianos a llevar al mundo las "buenas nuevas" de la salvación - no las "malas nuevas" del temor.

Esnseñanzas como la de la ley dominical nacional son peligrosas. Puesto que los adventistas creen que se aprobará una ley dominical antes de que Jesús vuelva, hay siempre el peligro de que algunos demoren la preparación de sus corazones para el regreso de Jesús, pues piensan para sí mismos: "Bueno, todavía faltan años para la ley dominical, así que no necesito preocuparme todavía por poner ahora mismo mi vida en armonía con el modelo divino". Los seres humanos tienen una tendencia a dejar las cosas para después. Los adventistas están siendo adormecidos por un falso sentido de seguridad. Mientras ponen el regreso de Cristo para años en el futuro después de que el Congreso apruebe una Ley Dominical Nacional, Cristo puede que decida regresar mucho antes de lo que le esperan.

Enseñanzas como la de la ley dominical nacional son divisionistas. Antes que promover el amor y la comprensión entre los miembros de diferentes fes, estas enseñanzas crean temor y sospecha. ¿Cómo puede un adventista sentir camaradería con un observador del domingo, del cual el primero sospecha que está tramando aprobar leyes secretamente para torturarle y matarle?

La Ley Dominical Nacional sólo sirve a un propósito. Causar temor. Ninguna secta puede sobrevivir largo tiempo sin temor. Ha llegado el momento en que los adventistas se enfrenten a los hechos y admitan que una Ley Dominical Nacional ya no es factible, ni siquiera significativa. Es tiempo de que se aparten de esta enseñanza antibíblica y se alejen del temor. Es tiempo de que los adventistas dejen de usar tácticas de temor para persuadir a la gente a ingresar a su iglesia. Mucha gente se convierte en  guardadores del sábado por razones ajenas al temor. Abandonar la enseñanza de la ley dominical no significa que los adventistas deben renunciar a su sábado o a cualquiera de sus otras enseñanzas distintivas. Significa simplemente que están dispuestos echar un segundo vistazo a las profecías bíblicas y admitir que quizás el futuro no se desenvolverá de la manera exacta en que sus pioneros lo habían predicho. Es tiempo de que los adventistas dejen de predicar el temor y se unan de todo corazón a sus hermanos y hermanas observadores del domingo en el cumplimiento de la gran comisión de Jesús de llevar a todo el mundo el evangelio de salvación por fe en Cristo Jesús.



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